Somos tribu


Porque somos tribu, porque hacemos tribu... aquí comparto algunos artículos que hablan de los beneficios de estar entre otras madres. Busca tu tribu!


En lugar de tribu hay sólo un padre, por Laura Gutman.

Todas las madres con niños pequeños necesitamos sostén, acompañamiento, solidaridad, comprensión y resguardo de otros miembros de nuestra tribu. Pero claro, en el mundo occidental -especialmente en las grandes ciudades- nos hemos quedado sin tribu. Emprendemos la búsqueda solicitando apoyo y lo que encontramos más cerca es al señor que duerme en nuestra cama, que en la mayoría de los casos ha sido nombrado padre oficial del niño. Llamativamente suponemos entonces que toda la compañía, el cobijo, la ayuda, la disponibilidad y la empatía que una tribu entera nos hubiera prodigado, ahora debería provenir de una sola persona: el padre del niño. Sigue leyendo...




Madres solas en la crianza, por Cristina Romero.

La crianza respetuosa a veces nos hace perder la perspectiva. Las madres, entregadas a atender las necesidades de nuestras criaturas, nos sentimos mal, desvitalizadas, malhumoradas. Y entonces creemos que es cosa nuestra, que algo hacemos mal.

Pero me gustaría recordarnos a todas que como mamíferas que somos, estamos hechas para criar en comunidad, no aisladas.

Una madre sola, en su piso, con su hijo, o con dos (o tres!) puede pasar ratos sin otros adultos, pero qué beneficioso que es que pueda estar acompañada... Sigue leyendo...


Maternidad, tribu y soporte emocional, por Amalia Arce.

María tiene más de 40 años. Nunca pensó que se quedaría embarazada después de muchos años luchando contra la infertilidad. Su inseguridad con el bebé se transpira en ocasiones. Pero Javier, su marido, la acompaña siempre a las visitas del niño conmigo. Siempre acaba reforzando positivamente su discurso. Se nota que para él, ella es la mejor madre que su hijo puede tener. Y ella cada día se siente más capaz. En las visitas de los últimos meses, ha cogido confianza. Sabe que puede, y que su niño crece fuerte y feliz... Sigue leyendo...


Una madre nunca debería sentirse sola, por Pilar Martínez.

Recuerdo mi primer puerperio como si fuera ayer mismo. Mi familia vivía en otra ciudad igual que la mayoría de mis amigos, fui la primera de mis nuevos amigos en quedarme embarazada y además acababa de mudarme a una nueva casa mucho más grande, en una urbanización con parques y muchos niños, osea todo genial…pero yo no conocía a nadie... Sigue leyendo...


Los grupos de madres salvan vidas, por El Parto es Nuestro.

Los grupos de madres disminuyen las tasas de depresión postparto hasta un 55%.
Una intervención sencilla, económica, y sensata: grupos abiertos de mujeres y madres donde hablar y aprender, compartir historias, creando redes de apoyo. Leer más...


Maternalmente, por Sonia Canal.

Porque una madre ha de estar entre madres. ¿No es, acaso, lo que hacían las nuestras, y las abuelas, y las mujeres primitivas? Antes no había libros, ni Internet, matronas, doulas u otros profesionales que resolvieran las dudas durante el embarazo, la lactancia o la crianza. Eran las propias mujeres “de la tribu”, las “comadres”, quienes daban ese apoyo incondicional a la nueva mamá. Y es que todo lo que necesita un grupo de madres es el apoyo, el intercambio de información y la experiencia de otras madres. Sigue leyendo...